
Está tu sitio
Alde Zaharra es un lugar de encuentros y reencuentros. Un lugar para compartir tus mejores momentos en la barra de un bar o alrededor de una mesa. Un lugar para disfrutar de una amplia oferta gastronómica que recorre desde lo más tradicional hasta los nuevos platos. Encuentra tu sitio aquí y disfruta de una magnífica experiencia gastronómica.

Está tu sitio
Alde Zaharra es un lugar de encuentros y reencuentros. Un lugar para compartir tus mejores momentos en la barra de un bar o alrededor de una mesa. Un lugar para disfrutar de una amplia oferta gastronómica que recorre desde lo más tradicional hasta los nuevos platos. Encuentra tu sitio aquí y disfruta de una magnífica experiencia gastronómica.
Encuentra tu sitio
Borda Berri

Tras cruzar la puerta de entrada, lo primero que salta a la vista es una barra totalmente desierta de pintxos. Y es que Borda Berri no es un bar al uso; puesto que todo lo que sirven lo preparan en el momento, con una calidad excepcional.
Su historia se remonta al 14 de abril de 1949 cuando los padres de Isidoro Castrillo, antiguo dueño, compraron un local en traspaso. Un almacén de cajas de pescado que transformaron en lo que conocemos hoy como Borda Berri. Su madre como cocinera y su padre en la barra. Un bar que mantiene la esencia de los bares de antaño. Y que su modo de hacer sigue siendo el mismo, el slow cooking o como menciona Castrillo, cocina de “chaquetilla blanca y mandil”.
Todo comenzó con el pintxo de langosta, que debe su origen a la creatividad que produjo el hambre y la escasez. Así lo apunta Castrillo: “Con lo que había se inventaba el pintxo. Recuerdo que mi padre ponía unos canapés con una rodaja de langosta y un poco de mayonesa sobre una base de patata cocida, porque no había pan”.
Y cuando el producto se agotó, Castrillo, que en ese momento estudiaba en Francia, trajo de allí latas de chatka que sirvieron para sustituir la langosta. Pero lo que nunca imaginó es que de ahí saldría el mítico pintxo de txaka: “Fui a abrir la lata y se me desparramó todo. Lo mezclé con mayonesa para darle consistencia y así, por casualidad, nació el pintxo de txaka”.
La cocina de Borda Berri es pequeña pero grande en cuanto a calidad de sus pintxos se refiere. Entre sus propuestas gastronómicas está el risotto de Idiazabal, la costilla de cerdo especiada o los callos de bacalao al pil-pil que, sin lugar a dudas, hará las delicias de los más exigentes.
La grandeza de esta propuesta radica en que es una forma de entender la gastronomía que no está sujeta a un único establecimiento, sino que es algo que caracteriza a la Parte Vieja en su conjunto. Así lo explica Marc Clua, actual propietario: “Es amor hacia la gastronomía. Respetamos a la naturaleza por los alimentos que nos regala y se lo agradecemos con el resultado”.
Sin duda, detrás de la cocina de Borda Berri se esconde pasión y tradición, pero sobre todo, trabajo, esfuerzo y constancia. Y ese es el secreto del éxito. El bar Borda Berri es un claro ejemplo de lo sublime de la sencillez.
