La final del Concurso Pop Rock Ciudad de San Sebastián se celebraba en el Paseo Nuevo. Ganamos. Y tuvimos claro el camino: hacia las entrañas de aquella noche en Alde Zaharra. Y luego hacia el mediodía. Se nos hizo tan tarde que amaneció. Perdimos el premio. Sí, aquella placa plateada sobre fondo de terciopelo azul, se quedaría durmiendo la mona en alguna esquina. Pero el mejor premio fue sin duda tocar aquella Semana Grande (enorme) y dar al unísono ese acorde final en Alde Zaharra. Un acorde que tenía la tónica con ginebra, la tercera a la salud de los cuatro y la quinta que nadie recuerda porque éramos ya demasiado felices. Y es que aquel día de agosto del 96, nos vivimos la noche de un trago. Como si no hubiera mañana.