Qué difícil es elegir un único sitio de la Alde Zaharra… Hay tantos, tan buenos y llenos de recuerdos… Pero si tuviera que quedarme con alguno me decantaría por el Astelena 1997 y por el Gandarias. El Astelena es sinónimo de acierto seguro; solo tengo buenos recuerdos de las veces que he ido allí. El servicio muy amable, el sitio acogedor y los chipirones a la plancha… aisss… esos chipirones que me tienen loca. No veo el momento de volver. El Gandarias, por su parte, me trae buenos recuerdos a la memoria. La última cena de amigas fue allí ¡¡qué ganas de repetir!! Nos sentimos como en casa y la comida… exquisita. Lo tenemos en nuestra lista… en cuanto podamos juntarnos todas de nuevo, allá que vamos.